Las vacunas están a meses, si es que no antes, de llegar a la población en general, y algunos tratamientos alternativos, como los anticuerpos monoclonados ya fueron aprobados. Pero un fenómeno natural esta haciendo que el número de pacientes que son atendidos en los hospitales con complicaciones graves ha estado disminuyendo, también está subiendo el número de recuperaciones de los enfermos grabes de COVID-19.
En un hospital de una ciudad de la India, a
pesar de que habían sufrido oleadas de ataque de COVID-19, presentó un cambio
en el porcentaje de defunciones de pacientes. Desde mitades de octubre, el número
de defunciones, en promedio, fue descendiendo de manera gradual.
En abril, hasta el 35% de los que estaban en
la unidad con COVID-19 fallecieron y alrededor del 70% de los que usaban
ventiladores murieron. Ahora, la tasa de mortalidad en cuidados intensivos para
las personas con la enfermedad se ha reducido al 30% y para los que usan
ventiladores es de alrededor del 45-50%.
En todo el mundo están surgiendo historias
similares. Una médica de cuidados intensivos de la Universidad de Cambridge,
Reino Unido, dice que los datos recopilados por el Servicio Nacional de Salud
(NHS) del país muestran una disminución en las tasas de mortalidad. Un médico
de cuidados intensivos de la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania dice que
el equipo de estadísticas de su hospital también experimentó reducciones de
mortalidad con el tiempo. En igualdad de condiciones, los pacientes tienen más
posibilidades de salir con vida.
Las razones de esto no son del todo obvias.
No ha habido medicamentos milagrosos, ni nuevas tecnologías ni grandes avances
en las estrategias de tratamiento de la enfermedad que ha infectado a más de 50
millones y ha matado a más de 1,2 millones en todo el mundo. Los cambios en la
demografía de las personas que reciben tratamiento podrían haber contribuido a
los aumentos percibidos en la supervivencia. Y en muchos hospitales, parece
claro que los médicos están mejorando gradualmente en el tratamiento de
COVID-19, particularmente a medida que los sistemas de atención médica se
vuelven menos abrumados.
Estos resultados pueden estar alterados por
diferentes circunstancias. Como resultado, los investigadores han tardado algún
tiempo en determinar si la cantidad de muertes por infección por SARS-CoV-2
realmente está disminuyendo, particularmente entre las personas mayores. Los
especialistas han estado monitoreando datos globales, con un enfoque en Estados
Unidos y Europa. Un análisis provisional, que incluye datos de la Asociación
Estadounidense de Hospitales, sugiere ahora que el número de muertes por
infección podría haber disminuido en un 20%.
Hasta ahora, los esteroides son el único
medicamento que ha demostrado tener un efecto dramático sobre la mortalidad por
COVID-19. Cualquiera que esté muy enfermo debería recibir esteroides. Y todo lo
demás es un juego de azar.
Se están probando cientos de otras terapias
contra COVID-19, pero muchos de los ensayos en curso son demasiado pequeños
para producir resultados convincentes pronto. Entre los más avanzados se
encuentran los estudios de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, ya sea anticuerpos
purificados administrados individualmente o en cócteles, o plasma sanguíneo
rico en anticuerpos extraído de personas que se recuperan de la enfermedad.
También se están realizando pruebas de
anticuerpos purificados, como las que evalúan la mezcla de dos anticuerpos
producidos por la empresa de biotecnología Regeneron Pharmaceuticals en
Tarrytown, Nueva York, que se administró al presidente de Estados Unidos,
Donald Trump. Estos se dirigen principalmente a personas que tienen síntomas
leves de COVID-19. A pesar de las afirmaciones de Trump de que el tratamiento
fue una "cura", aún no se han completado grandes ensayos del cóctel y
no hay evidencia de que tenga un impacto en las tasas de muerte por COVID-19.
No hay comentarios:
Publicar un comentario